
Cambié la letra. Sentía que estaba vieja, que ya no servía.
Cuando escribo me relajo para que el estómago empuje
y así sacar lo más visceral, lo que se esconde, lo vil,
aquello que me avergüenza, que me hace peor persona
También escribo al tonto, al extraviado, sensación de no ser,
a la disgregación constante, a lo que me enseñaron de chico.