Dos veces me dieron por muerto
pero en mi insomnio estoy más despierto que nunca
Aprendí a volar con el ritmo de los coches
a pensar las cosas que nadie ve
me cuelgo de las nubes para saltar al gancho de las estrellas
y es que brillan en el techo, con carisma, luminiscentes
como tu pancita de bichito de luz
para hacerte cargo de mi energía
porque las poesías vienen de a montones
Futurito-codicia, homúnculo de Artaud
con el corazón de glitter y el alma de synthwave
conectá el láser y poneme alas en las orejas
para que me saquen a pasear como a Peter Pan de trip
Mi historia, mi laberinto sin fin.
Me dieron por muerto cien veces
pero ciento-uno reviví, para hacerles cuernitos a la vida
y mojarle la comisura que se le forma cuando ríe
con su resonancia característica, sonora. Bizqueando,
haciendo muecas y agarrándose las costillas
para que no se le escapen las mariposas
turboalimentadas, verdes, delgadas, amanecidas
porque las mejores cosas salen de estar despierto.
Hoy lo pop es estar despierto, codearnos de performática realidad
para que resbale por un tobogán de manteca
así nos deja jugar a salir un ratito por ahí
a besar manteles a cuadritos como tu pantalón
un vinito en la plaza, como cuando teníamos diecisiete
y veíamos qué se rompía primero, si la cabeza o la pared.