Lamernos
como dos idiotas
arrancando las costillas
Mordernos
hasta el hueso
de la inocencia herida
Besarnos
ansiosos del otro
con pliegues del papel
Perdernos
en la humedad
del cuerpo extraño
Cebarnos
en tanto gemido
que somos tan enormes
Explotarnos
así todo tiembla
con la alma arqueada
Encontrarnos
abrazados de día
donde todo se acaba