Cansate de cortarme las venas con ese hambre que devora multitudes,
pequeño huracán demagógico, melodías de ginebra, no quiero verte más.
“Hoy amo entre los amos, ni una triste sombra quedará…”
Decime corazón, si no valió la pena la intensidad de la noche que nos amamos.
- uno
- dos
- tres
- cuatro
- Cuatro?
- Cuento
- Pienso
- Entonces siento. | Dios.
La mano se posó sobre el cenicero y empezó a dibujar formas de corazón, siendo que era una pica negra, una espada, tirar la ceniza sobre la espada y un vórtice de racionalizaciones innecesarias
¿Cuán equivocada estuvo la humanidad, anteponiendo la percepción al pensamiento y el pensamiento a la percepción? luego, ni simultaneo ni seriado, sino mas bien etéreo, profundamente etéreo todo, casi inexistente salvo por un hilo que conduce situaciones, como un ascensor.
Sube .|. Baja .|. Sube .|. Baja
.|. Baja .|. Sube .|. Baja .|.
Sube .|. Baja .|. Sube .|. Baja
.|. Baja .|. Sube .|. Baja .|.
Sube .|. Baja .|. Sube .|. Baja
.|. Baja .|. Sube .|. Baja .|.
¡Espantapájaros! Querido Oliverio ¿Dónde estás? Que mis manos de pluma han secado sus conductos subcutáneos, donde la tinta (que podría ser tranquilamente llamada sangre, o pasión, o emoción… o lluvia, o tarde, o tela, o música, o ruina, o etcétera) solo mancha las paredes…
RARO: Extravagante de genio, propenso a singularizarse. [sin epogé, fue la que mas me gustó]
ysecruzanloscaminoscomopensamientosdeesquizofrénico,medetengo y r e s p i r o yvuelvoacorrerdoblandoaladerecha.
DES-ESTRUCTURANTE porque hay un poco de todos, de vos que estas leyendo también. Desarmo la forma, para volverla a armar. Si apoyas los pies en el suelo la cabeza se acomoda sola. ¡MENTIRA! ¡Se desarma, se arregla y se arma! DesarmO, entiendO, arreglO y armO.
Hambre que devora, pero yo no estoy loco. “Loca ella y loco yo”
¿No sientes corazón?
Que este bobo ya cansado de latir,
sin remiendos ni esperanzas,
abierto a sus anchas,
con una herida absurda,
solo desea tu risa burda,
mi canción de leche y caramelo,
no me queda ni el consuelo,
te fuiste a comprar los puchos,
y no volviste más.
Ahora estás con un galán,
que al oído no te chamuya,
y de la vida hizo una lucha.
no te olvides corazón,
que te extraño y te espero,
que donde estés ojalá tengas un suelo,
mejor que el que te pude dar.
Mi vida, mi razón.
ya no pido más el resto
que el de éste bandoneón
que chilla y se escurre
oh mi vida, tremenda mugre
desde que vos no estás.
DERRUIDO PERO EXPECTANTE. Casi oxidado, supra-oxigenado. Es el remanso de los sabios, lo que queda en este teclado.
Te escribo, sinceramente desde mi posición, sin otra necesidad, que la de que algo te marque a fuego.
Atte. Tu inconsciente
El Hambre que devora