
Me acosté deseando, me desperté conmovido.
Con la piel llena de arrugas, ajado, como un diamante débil.
Las teclas, blancas y negras, sufrían la presión.
Una voz se asomaba por los parlantes que era un rugido.
las alimañas del bioterio
Me acosté deseando, me desperté conmovido.
Con la piel llena de arrugas, ajado, como un diamante débil.
Las teclas, blancas y negras, sufrían la presión.
Una voz se asomaba por los parlantes que era un rugido.
Hay belleza.
Los vecinos no duermen.
Dejan escapar entre las rendijas
pequeños haces de luz.
Detuvo la mano a unos centímetros del cachete. Iba con un pulso justo y medido a reventar lo que quedaba de humanidad. Fuerte, como esos faquires que aguantan el vidrio roto clavado en los pies.
Continue reading “[La cachetada] 3-2-16”De grandes infiernos personales,
y pequeñas apariciones en la mesita de luz.
Viajes en grises trenes
y temblorosos accesos a Existencia.
Miro el espejo, miro detrás del espejo, no hay espejo. Hay un sujeto desconocido que mira detrás del reflejo buscando encontrar detalles, barba de un par de días, labios prominentemente carnosos, lóbulos puntiagudos en las orejas, pelo rebelde y mal cortado, mirada que penetra hasta el alma; dejando a medio camino retazos de pensamientos.
Continue reading “[Lo indecible] 5-8-14”